COPRED llama a reflexionar sobre las vulnerabilidades que viven las personas mayores

Publicado el 15 Junio 2020

Pronunciamiento 020

En la Ciudad de México habitan 1 millón 200 mil personas mayores de 65 años. De ellas, cerca de 600 mil no cuentan con una pensión económica ni con seguridad social para mantener una buena calidad de vida. Se calcula que para el año 2050, esta población se habrá duplicado.

Históricamente, las personas mayores han vivido situaciones de invisibilización y abandono que hoy se agravan ante los impactos diferenciados de la Covid-19: este sector de la población enfrenta un riesgo mayor de contagio sanitario --aún más grande en el caso de quienes viven con condiciones de salud preexistentes--, pero además se encuentra ante dificultades por falta de sustento económico, redes de apoyo e incluso violencia y maltrato.

De acuerdo con las Naciones Unidas, cerca de un 15.7% de las personas de 60 años o más han sido sometidas a alguna forma de abuso. El maltrato puede adoptar diversas formas, como físico, psíquico, emocional, sexual, de confianza o económico. También puede ser simplemente resultado de una negligencia, intencional o no. En muchos lugares del mundo, estas actitudes hacia las personas mayores pasan casi inadvertidas y ahora, se agravan ante la pandemia.

Por ello, este 15 de junio, Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) llama a reflexionar sobre los impactos diferenciados que las personas mayores enfrentan ante la pandemia de Covid-19, así como la profundización del contexto de abandono estructural en el que han vivido. En este momento de emergencia sanitaria, es indispensable garantizar su cuidado, atención, acceso a los servicios de salud y a todos sus derechos.

El Artículo 11 de la Constitución Política de la Ciudad de México considera a las personas mayores como un grupo de atención prioritaria y reconoce sus derechos a servicios de salud especializados y cuidados paliativos, así como a una pensión económica. También mandata el establecimiento de un sistema integral para su atención, que prevenga el abuso, abandono, aislamiento, negligencia, maltrato, violencia y cualquier otra situación que implique tratos que atenten contra su seguridad e integridad.

Sin embargo, la cultura clientelar y de desprecio a la vejez ha obstaculizado la posibilidad de que las personas mayores encuentren un vehículo de articulación para hacer un frente común, a lo que se suma la escasez de organizaciones especializadas en los derechos humanos de este grupo. La falta de respuesta de los sistemas de salud que se ha evidenciado en todo el mundo puede agravar estas condiciones.

En este contexto, particularmente, las personas mayores pueden ser víctimas de discriminación, abuso o maltrato, cuando se les niega el acceso a los cuidados necesarios o se refuerza el estigma de que representan una carga económica, así como cuando las restricciones para evitar el contagio van, al mismo tiempo, en contra de su participación de la vida en comunidad, aislándolas o expandiendo prejuicios en torno a ellas.

Ante este panorama y en la conmemoración de este día, el COPRED llama a recordar y retomar las recomendaciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la atención a las personas mayores: propiciar los recursos necesarios por parte de los estados, pautas e información a los equipos de salud con especial énfasis en el combate al estigma; generar y protocolizar mecanismos de prevención que eviten acciones negligentes o prejuiciosas; generar información estadística con el propósito de saber cómo han sido afectadas por la COVID; garantizar que se cumplan plenamente sus derechos, poniendo énfasis en el derecho a la salud, la dignidad y la participación; información precisa y adecuada, así como tener en cuenta acciones necesarias para que el derecho a la salud no se imponga sobre la dignidad de las personas.